Cómo evitar extracostos en su operación de transporte
A la hora de adquirir un servicio que resulte financieramente saludable para su empresa, es fundamental garantizar el ahorro en todos los procesos operativos. Conozca los tips que distinguen a Ksigma, ofreciendo una prestación de calidad que mejore sensiblemente el rendimiento de su organización.
En un mercado cada vez más competitivo en donde el avance tecnológico y los cambios macroeconómicos están a la orden del día, los pequeños detalles de una operación resultan fundamentales para distinguirse de otros prestadores, aplicando un modelo de gestión eficaz y sustentable.
Para alcanzar ese propósito, resulta imprescindible reducir los costos de transporte y contemplar una serie de factores fundamentales que garanticen un trabajo financieramente sustentable. Allí se desprende un elemento clave para entender la operatoria: el costo se ata por el transporte en sí más sus adicionales (extracosto).
“Muchas veces la gestión no muestra pérdidas porque esos extracostos no son detectados y se avanza sin aplicar los ajustes correspondientes. No obstante, se pierde la oportunidad de optimizarlos obteniendo resultados superadores”. CARLOS BENITEZ.
Bajo ese lema, Ksigma aplica un diferencial que muchos conocen pero que pocos implementan: interiorizarse de las operaciones de cada uno de sus clientes para determinar qué aporte de valor puede efectuar en la mejora de esos procesos. Por ejemplo el cambio de rutas a aplicar, la estandarización de la unidad de carga y la disponibilidad de vehículos. Esos tres elementos constituyen el corazón de la actividad transportista.
Las ventajas competitivas:
- Evitar demoras innecesarias -el principal extracosto- con la retención de la carga del cliente en una unidad de transporte que puede estar operativa para facturar otro servicio.
- La falta de disponibilidad de vehículos del prestador. En ocasiones, ese accionar genera que arribe más tarde de lo acordado, complicando el proceso de descarga e incurriendo en un extracosto.
- Adecuación del gasto: nuestro tarifario está formulado por el radio en kilómetros más la capacidad operativa de cada vehículo.
- Asesoría interna gratuita: nos convertimos en el departamento de transporte de muchas empresas que encontraron una solución al contratar nuestros servicios. De esta forma, el gerente de logística de una compañía se pone en contacto con nosotros sin la necesidad de contar con una agencia de transporte específica que analice cada uno de los pormenores de una operatoria.
Con la aplicación de estos conceptos se simplifican etapas cruciales del comercio exterior y traslado nacional, evitando demoras de un rodado o agregando depósitos intermedios según la magnitud de la operación.
En contrapartida, para PYMEs importadoras que no cuentan con la capacidad de descarga diaria de más de un contenedor, se reduce el costo de tener la unidad cargada y detenida durante largos períodos de tiempo. Ese, justamente, es nuestro valor agregado.
Pero no todo termina ahí. Porque el precio debe ir de la mano del nivel de servicio prestado, sabiendo que cuando se solicita un servicio, se recibirá atención personalizada al instante. En términos competitivos, somos la mejor opción por el nivel de servicio que prestamos.
En esa línea, Carlos Benitez, el presidente de Ksigma, entrega un tip crucial: “Uno de los grandes errores que cometen las empresas a la hora de adquirir un servicio es contratar un proveedor por el tipo de mercadería que tiene y no por el tipo de unidad que dispone”.
Sin embargo, el dato más contundente y claro queda en evidencia a la hora de realizar el balance final. “Muchas veces la gestión no muestra pérdidas porque esos extracostos no son detectados y se avanza sin aplicar los ajustes correspondientes. No obstante, se pierde la oportunidad de optimizarlos obteniendo resultados superadores”. Al fin y al cabo, todo se reduce a una frase tan cierta, como elocuente: el tiempo es dinero.